EL ORGULLO Y LA SOBERBIA PIERDEN AL MÁS PINTADO

Ahora que están apretando las tuercas en la Educación Normalista; justo es narrar una anécdota que pinta de cuerpo completo al profesor Daniel Jiménez Beltrán; ex-director de la Escuela Normal Experimental de Acaponeta. Un servidor había escrito varios artículos que dieron cuenta de los vicios y corrupción prevaleciente en la Unidad UPN-181 de Tepic, del CAM, de la Normal Urbana y de la Normal de Acaponeta. Como es obvio, no gustaron a los protagonistas de estos excesos.

Pues bien, ‘apenas iniciaba el Gobierno del Dr. Navarro Quintero y estando en un desayuno con miscompañeros columnistas a mitad de semana en el Restaurante Fray Junipero; pasaron a un lado de nuestra mesa dos caballeros y una dama. Mi compañero Carlos Delgado, director del periodiquito Réplica, le entregó 3 tantos a la dama; (que después me dijeron que era la recién nombrada Coordinadora de Instituciones Formadoras y Actualizadoras de Docentes (CIFAD), la Mtra. Olivia Guadalupe Rodríguez Ibarra. Sobre la marcha, la dama entregó a los caballeros y, uno de ellos ni tardó ni perezoso, se regresó arrojando sobre la mesa el periodico, diciendo: “Yo no leo basura”, y después de este acto prepotente y arrogante, siguió su camino. Yo sostenía una plática por teléfono, por lo que no me percaté a detalle; pero, enfrente de mi estaba el profesor Erasmo Vázquez López, a’ el Tecuala, a quien le pregunté qué había pasado. Me confirmó larabieta y el ‘pancho’ que había hecho su compadre. A lo qué Carlos comentó a son de broma: “Tú tienes la culpa Ezequiel, por hacerlos famosos en el periódico”.

Se deduce que Daniel invitó a la dama echando a caminar las viejas argucias que le habían funcionado toda su vida. Pero como, donde manda capitán, no gobierna marinero...; hacía falta la última palabra del director de la orquesta.

La arrogancia, el orgullo y la soberbia son sentimientos muy hechos en Daniel. Por ello utiliza viejas prácticasque antes, le dieron resultado. En en la Conferencia del lunes, el Dr. Navarro anunció que él personalmente se abocaría a resolver el problema de la Normal de Acaponeta. El mismo día se desplazó a la tierra de lasgardenias llegando hasta la puerta de la Normal, pero los esbirros de Daniel no le abrieron la puerta; allíestuvo el Gobernador del Estado parado 53 minutos soportando estoicamente las impertinencias del clan familiar. Porque deben saber que en 45 años de detentar como de propiedad a la Normal, ya tiene a toda su familia como trabajadores de la misma. Ni el rey del nepotismo López Portillo, se le empareja a JiménezBeltrán.

Daniel debe sentirse muy orgulloso porque ni al mismo gobernador le permitieron la entrada. Allí podemos ver que sus esquemas mentales ya están haciendo corto. Piensa que es su escuela y puede hacer de ella lo que le venga en gana.

Él mismo se está haciendo harakiri; y quizás tenga razón porque es lo que le dicta su orgullo y su soberbia. Pero, se está llevando entre las patas a sus amigos y familiares; porque es seguro que de la auditoría no van a salir bien librados. Tenía la ventaja de salir con fanfarrias; ya es tarde, perdió su oportunidad. El orgullo y la soberbia son malos consejeros.

Una cosa buena tiene Daniel, no traicionar al cacicazgo que tanto le dió; por más de 45 años ser fiel a Liberato y, ahora a los hijos. Porque como dijera el filósofo de Güémez: “El partido no se acaba, hasta que se acaba”.